Soy discípula

Hola, mi nombre es Daniela y soy de Ecuador. Me gusta dibujar, pintar, leer, escribir, huertear, cocinar y comer rico. Amo la playa y actualmente vivo cerca de una. Soy esposa de Andrés y madre de Cunumi, nuestro hijo de cuatro patas. Soy misionera plantadora de iglesias junto a mi esposo. Soy teóloga y diseñadora gráfica, pero lo mejor que me define es que soy discípula de Cristo. De esta identidad parte todo lo demás. Me he dado cuenta que nada de lo que soy o hago tendría sentido sin Él.

El verbo "ser" en cualquiera de sus conjugaciones expresa identidad. Si amamos a Jesús y le seguimos, entonces ser "discípulos" resume todo lo que somos.

Básico y de manera general, un discípulo debe conocer a quién está siguiendo porque esa persona será su guía, su maestro, su gurú o como le quieras llamar. Conocer a Dios es lo primero.

Adicionalmente, un discípulo de Cristo a lo largo de su vida terrenal va formando una identidad la cual ya ha sido determinada por el mismísimo Dios. Esa identidad se parece a la identidad de su Maestro.

En este punto, no debemos confundirnos. Si bien es cierto podríamos llegar a parecernos mucho a Jesús  en su carácter moral, no somos lo mismo. Uno depende del otro. El discípulo siempre depende de su Maestro. Nunca al revés.

Este blog fue pensado precisamente para eso: para poder descubrir juntos qué dice Dios en su Palabra acerca de Él mismo y de nosotros. 

Adicionalmente, este blog lo acompaño con una cuenta en Instagram y un canal de Youtube. Los links te los dejo en la página principal.

De discípula a discípul@, ya sea que sigas este blog o estés por aquí de pasada, espero que puedas a través de este contenido, escuchar a Jesús diciéndote: ¡Ven!